Un día te encuentras tranquilo, viviendo tu día a día; alistándome para ir a estudiar, para reunirme con mis compañeros, pasar las clases, divertirnos en el descanso y culminar las clases. Luego regresar a casa, esperar que me inviten a jugar futbol e ir a dejar el alma. Cuando llegaba el fin de semana ayudaba en mi casa y aprovechaba para salir con mis amigos y poder ver a mi novia, ir a visitar a mi papá y aprovechar para jugar mas futbol y de vez en cuando consolas de video juegos; al parecer es muy simple, pero estas cosas reconfortan y me aliviaban.
De la nada, después de toda esa paz, llega un acontecimiento que tomo a todo el mundo de sorpresa y cambio la vida de todos. La llegada del Coronavirus fue un golpe preocupante, la vida torno un giro 180 grados y tomo a todos de una manera apretada. No sabia lo que se acercaba, no sabia que iba a pasar, antes de que comenzara la cuarentena vivía solo el día, las risas, esas apreciadas risas son lo que hacían de mi vida, un lugar mejor.
Un día común: La mayoría de los días me despertaba tipo 10 o 10:30, Me ponía a arreglar casa y tardaba si mucho una hora, Cuando acababa me ponía a jugar en el celular, La mayoría de el tiempo era en el celular, En las tardes y en algunas noches me iba a jugar futbol, Siempre iba a jugar partidos que tardaban por lo menos dos horas, En las noches que no iba a jugar, me veía con mi novia, Pasábamos mucho tiempo juntos, En las noches cuando llegaba comía, me preparaba y me quedaba en el celular viendo series hasta quedarme mimido
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